Sin duda, en los últimos
años el sistema tributario Mexicano ha evolucionado; ya no es necesario, en la
mayoría de los casos (aunque por supuesto que hay sus excepciones), el hacer
largas filas y perder días enteros tratando de conseguir el registro federal de
contribuyentes, un cambio de actividad, etc., los formatos han desparecido en
su mayoría, ahora con una cita se puede agilizar el trámite y en un par de
horas estar dado de alta en la base de datos del SAT, además, los pagos se
pueden realizar en su totalidad desde el
portal del banco donde la empresa administre su efectivo, solo es necesario una
computadora y tener acceso a internet.
Pese a esta simplificación,
el pago de los impuestos y la comprensión del porque de cada impuesto continua
siendo un martirio para muchas personas, el desconocimiento de las obligaciones
que debe cumplir, la periodicidad con la
que se deben presentar las declaraciones, los ingresos que debe tomar en cuenta
para pagar impuestos, que gastos puede disminuir, la manera de realizar el cálculo,
son problemas cotidianos que al día de hoy solo se resuelven contratando un contador
público, lo que implica poner la situación y cumplimiento de esta obligación en
manos de un tercero.
Lo cual no es del todo malo,
sin embargo lo ideal es saber de lo que se habla, entender porque existe el IVA
acreditable y por pagar, porque tenemos que retenerles impuestos a nuestros
colaboradores, reconocer un ISR diferido, o porque pagamos impuestos sobre
renta o IETU (impuestos empresarial a tasa única), etc.
En realidad no es una
cuestión complicada, solo hace falta disposición y un buen capacitador que
logre trasmitir sin tecnicismos propios de los contadores, el porqué de cada
impuesto, la manera de determinarlos, los factores que deben considerarse y la
manera de calcularlos, todo esto con el fin de obtener un panorama más amplio
de los aspectos que afectan directamente a la organización y prever posibles
riesgos de tipo fiscal.
¿Pero, en que beneficia a la
empresa controlar la parte fiscal?
Definitivamente en mucho,
imagina por un instante que tu eres un empresario que se dedica a vender productos
agrícolas, que no graban IVA, en otras palabras, tu vendes sin IVA, pero además
de eso, tu realizas diversas compras, como abono para tu tierra, pagas fletes
para trasladar tu producto, mantenimiento de tu maquinaria, etc. por los cuales si pagas un IVA (llamado
acreditable). Bajo este supuesto, seguramente al final del ejercicio tendrás
IVA a favor que podrás recuperar, pero si de todos estos gastos tu no
solicitas un comprobante fiscal, no podrás
exigir que te devuelvan ese impuesto y
por consecuencia estarás absorbiendo ese gasto que repercutirá tarde o temprano
en tus costos de producción.
Este es solo un caso de
muchos con los que te puedes encontrar y en los cuales puedes sacar provecho.
Si deseas saber más, contáctanos,
con gusto platicamos contigo.
mafifes2011@gmail.com
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